Las cifras son estremecedoras y ponen de relieve hasta qué punto la economía ha quedado dependiente del BCE y su famosa 'línea roja' para mantener la prima de riesgo nacional al nivel del suelo. Pues este ritmo de gasto público solo se sostiene con emisiones de deuda y haciendo una extracción fiscal del sector privado sin precedentes en la historia de España. De no estar el país en el euro, para mantener este dispendio serían necesarias inflaciones por encima del 20% anual. Quedando la economía al borde de comenzar una hiperinflación como las que se han vivido en Yugoslavia o más recientemente sufre Venezuela.
Nada menos que 14,15 millones de personas reciben alguna prestación pública, que llega a los 17,35 millones si se añade los trabajadores del sector público. Esta cifra representa el 52% del conjunto de retribuciones, superando a las privadas. Es decir, cada trabajador del sector privado (por cuenta ajena o propia) lleva sobre sus espaldas sin darse cuenta un receptor de dinero público... que por supuesto sale de su trabajo.
El desglose del gráfico está recogido en la tabla adjunta y muestra bien a las claras hasta dónde ha llegado la locura de España con el dinero público gracias al euro.