Es la cantidad que Plataforma per la Llengua, la autodenominada 'ONG del catalán' destina a las nóminas de sus 19 empleados
La Plataforma per la Llengua -la entidad que «observó de incógnito» a niños y profesores en 50 escuelas catalanas para comprobar si hablaban en catalán- gasta medio millón de euros anuales en pagar las nóminas de sus trabajadores.
Así consta en una auditoría encargada por la propia entidad para dar cuenta del uso de las muchas subvenciones que recibe de administraciones públicas como la Generalitat de Cataluña, el Ayuntamiento de Barcelona o la Diputación provincial.
Según el análisis elaborado por Grup Integral d'Auditors, en 2015 -último año auditado- la autodenominada «ONG del catalán» gastó 526.678 euros en salarios para retribuir a sus 19 empleados.
La Plataforma per la Llengua empleó más de un tercio de los fondos ingresados durante ese ejercicio a pagar los sueldos de su plantilla, puesto que, según la auditoría, recibió 1,4 millones de euros. Más de la mitad de ese montante procedió de subvenciones otorgadas por administraciones. Concretamente la entidad recibió durante ese ejercicio 723.224 euros por ese concepto. La principal inyección llegó desde la Generalitat de Cataluña, que aportó 650.000 euros, el Ayuntamiento de Barcelona sumó 39.000 euros más y la Diputación de Barcelona otros 17.316 euros. A esas cantidades hay que sumar los 6.000 euros de la Diputación por Tarragona, 2.389 euros de la Diputación de Lleida, 5.861 euros de la Comisión Europea y aportaciones testimoniales del Ayuntamiento de Sabadell y de las pequeñas poblaciones de Canet y Arenys.
A esos 723.000 euros ingresados por subvenciones, la Platafoma sumó otros 648.902 procedentes de cuotas de socios que financian voluntariamente su actividad, centrada también en promover la «normalización lingüística» en el consumo, con campañas de delación de comerciantes que no rotulan sus negocios o productos en catalán. Una de las actividades más habituales de la Plataforma per la Llengua consiste en denunciar a la Generalitat a estos empresarios para que sean sancionados económicamente en aplicación del Código de Consumo y la ley de normalización lingüística catalana.
La organización también ha creado una aplicación móvil, CatalApp, que invita a vivir «al 100% en catalán» y permite a sus usuarios «valorar el uso del catalán en la atención oral o escrita» de establecimientos. «Si estás cansado de ir a restaurantes, bares y comercios y que no te atiendan en catalán, la CatalApp es tu herramienta», defiende la Plataforma por la Llengua, que insta a sus seguidores a puntuar el uso del catalán en los establecimientos y compartir la valoración por las redes sociales para señalar los negocios que usan el castellano y promocionar los que emplean el catalán.
Otro de los caballos de batalla de la Plataforma per la Llengua es extender la inmersión lingüística a ámbitos tan privados como el idioma en el que juegan los niños fuera de los colegios. Para ello, la entidad organiza anualmente la llamada Fiesta por el Juego y el Ocio en catalán, que en su edición de 2017 llegó a pedir la liberación de los «presos políticos» mostrando pancartas de los encarcelados a los pequeños congregados ante el Arco del Triunfo de Barcelona para participar en la jornada lúdica.
En organizar este tipo de actos y difundir sus actividades gasta anualmente la «ONG del catalán» 703.000 euros, según su auditoria, de los que 271.000 euros acaban destinados a «publicidad y propaganda».