Facebook amenaza al 'establishment' financiero: "Solo sé que debe preocuparnos"

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Facebook amenaza al 'establishment' financiero: "Solo sé que debe preocuparnos"

Libra

La banca pide la misma regulación y señala a los bancos centrales por el desafío que tendrán para vigilar e imponer condiciones a la nueva criptomoneda

Los bancos llevan años con una gestión condicionada por las políticas monetarias y regulatorias que estrangulan su rentabilidad a corto plazo y la amenaza de las empresas tecnológicas que la amenazan a medio y largo futuro. Las entidades siempre han vigilado a las ‘fintech’ y han acabado por incorporarlas a su oferta, pero lo que de verdad daba miedo era la potencial competencia de los gigantes tecnológicos. Y ya es una realidad con la nueva criptomoneda que prepara Facebook, libra.

“No sé todavía por qué, pero sí sé que debería preocuparnos”, aseguraba esta misma semana un alto cargo del sector bancario europeo. No es una frase vacía, sino que resume el sentimiento del sector financiero. Los banqueros admiten desconocer el alcance de la nueva libra, pero ya lanzan advertencias y reclamaciones de regulación para Facebook. Mark Carney, gobernador del Banco de Inglaterra (BoE), aseguró que si la red social tiene éxito con esta iniciativa será algo “sistémico”, ya que tiene más de 2.000 millones de usuarios, y “tendrá que estar sujeto a los estándares más altos de regulación”.

La reflexión desde el Banco de Inglaterra es que hay “open mind” pero no “open door”. Es decir, la institución se muestra pragmática para entender el desarrollo, pero no quiere que Facebook tenga total libertad y falta de control con su criptomoneda. Una forma de pensar que abraza José Ignacio Goirigolzarri, presidente de Bankia: “Es un tema que tenemos que analizar con atención, porque es un movimiento muy iniciario. Queda mucho terreno de juego: aceptación de comercios, personas, etc. Y mucho terreno por jugar en temas de regulación, ciberseguridad y privacidad de datos”.

El ejecutivo pasó esta semana por el curso de finanzas sostenibles en Santander organizado por la APIE y la Universidad Menéndez Pelayo, con la colaboración de BBVA. En estos encuentros, la criptomoneda de Facebook fue protagonista. “Temor no tengo a nada, no por ser de Bilbao”, bromeó Goirigolzarri. “La competencia es muy buena, doy la bienvenida. Pero tenemos que jugar con las mismas reglas. Todos con el pie o todos con la mano, idéntica regulación a idéntica actividad”, añadió.

Hasta ahora ha habido pequeñas amenazas desde el mundo tecnológico al de la banca, como el hecho de que Alibaba tenga el mayor fondo monetario del Mundo. Pero Facebook ha presentado esta semana su proyecto de crear una moneda, libra, y ha hecho tambalear los cimientos de la autoconfianza de la banca en sus capacidades para seguir centralizando los pagos. Las acciones de Facebook, por su parte, han subido un 5,4% esta semana, frente al 3% del Nasdaq.

Convertibilidad

La compañía de Mark Zuckerberg, cuyo valor en bolsa alcanza los 546.000 millones de dólares -unos 480.000 millones de euros- ha presentado una moneda digital bautizada como libra y un monedero al que ha llamado Calibra. La idea que subyace del ‘white paper’ es que cualquier persona en el mundo pueda realizar pagos. El requisito es tener un ‘smartphone’ para hacerlo a través de aplicaciones como WhatsApp o Messenger, propiedad de la red social, y haber depositado antes una entidad equivalente al valor que se quiere comerciar. "Por cada libra que se cree, se mantendrán depósitos bancarios y títulos gubernamentales de corto plazo en la Reserva de libra", asegura el boceto del proyecto.

Es decir, una nueva moneda con convertibilidad. Los parámetros más tradicionales del sistema de pagos, como el patrón oro -el dólar tenía convertibilidad con el oro-, pero con las tecnologías más novedosas a través del 'blockchain'. El usuario deberá depositar en una cuenta dinero en monedas o bonos soberanos de corto plazo que respaldarán la criptodivisa de Facebook. “Esta estructura proporciona la estabilidad de precios necesaria para que libra sirva como un medio de pago confiable”, arguyen analistas de Julius Baer. La duda es si el desarrollo de la nueva criptodivisa llevará a una cotización propia o si se ligará a la convertibilidad de una única divisa, como el dólar, o a una cesta de activos. En cualquier caso, esta dinámica huye de la volatilidad de otras criptomonedas basadas en la tecnología 'blockchain' o cadenas de bloques como el bitcoin.

Facebook ha elegido Ginebra (Suiza) para lanzar el proyecto Asociación libra con el objetivo de lanzarlo en 2020, en colaboración con 28 empresas entre las que figuran nombres como Visa, Mastercard, Booking, eBay o Uber. No obstante, presentó los detalles a supervisores de diferentes países, entre ellos a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), tal y como reconoció su presidente, Sebastián Albella, esta semana en Santander.

Desde la red social acudieron a una reunión con la CNMV ejecutivos de la filial española y también algún mandatario del grupo a escala internacional. Para Albella, “cuanto antes haya una regulación internacional sobre esto, mejor”, ya que cree que escapa a las capacidades de supervisores como la CNMV: “Es un proyecto que se sale del ámbito de una CNMV, es una criptomoneda pura o dinero eléctrico, sin valor intrínseco. No incorpora derechos que haga que sea un activo de inversión”.

La comisión ha tratado de estar activa en la vigilancia de los nuevos proyectos relacionados con las criptodivisas, y ha recordado que en muchos hay “riesgos de custodia, ya que quien compra criptomonedas no suele ser a su nombre, sino a través de una plataforma que afirma que tiene criptomonedas en el 'blockchain' por cuenta de los clientes que compran, pero los clientes solo tienen su palabra”.

¿Habrá garantías?

El monedero virtual que creará Facebook, Calibra, será clave para afrontar estos riesgos. En cualquier caso, “aún no tenemos mucha información, solo es un ‘white paper’, pero el demonio está en los detalles”, alertó en el mismo foro Jordi Gual, presidente de CaixaBank, que recuerda que los bancos realizan aportaciones a fondos de garantía de depósitos (en España está el FGD y para Europa el proyecto de EDIS) para asegurar el ahorro de los clientes, al menos hasta los 100.000 euros. “Los bancos pagamos, eso diferencia mucho si es ahorro o no. Para pagos transaccionales Facebook puede ser competidor importante. Como es sobre una cesta de monedas puede dar cierta estabilidad, pero plantea cuestiones de convertibilidad, eso genera unos costes a Facebook”, agregó Gual.

Más crítico se mostró José María Roldán, presidente de la Asociación Española de Banca (AEB). El exfuncionario del Banco de España recordó que la iniciativa no crea dinero al ser una moneda respaldada por activos, y es precisamente esa labor la principal razón de existencias. Además, hizo varias aclaraciones. “Todavía no tengo claro cuál es el modelo de negocio de las ‘big tech’ -Facebook entre otras-, aunque sí el modelo de ingresos, muchas veces con los datos de clientes y a veces sin su consentimiento. Es un mundo que aún no está estabilizado”, señaló.

En segundo lugar, prosiguió, “no estoy de acuerdo en que esto afecte de manera clara al negocio bancario. Este desarrollo se refiere más al mundo de los pagos en Internet que al tradicional, será más competencia para las ‘fintech’ que están trabajando en este campo”. Asimismo, descartó que como ha argumentado Facebook sea un elemento de lucha por la inclusión financiera. Y remachó que “es un desafío sobre todo para las autoridades, más que para los bancos. Para la Fed o para el BCE. Esta iniciativa se radica en Suiza, ¿va a ser Suiza el regulador de una actividad que puede afectar potencialmente a 2.200 millones de personas?”.

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