No era la primera vez que Caruana Galizia sufría ataques. Hacía unas semanas había recibido las últimas amenazas."Tenía tantos frentes abiertos que ha podido ser cualquiera"
El asesinato de la reportera más conocida de Malta, Daphne Caruana Galizia, ha cambiado la mirada de los habitantes de la pequeña isla mediterránea. Ahora sus ojos reflejan desconfianza y miedo. “Nunca antes asesinaron a una periodista en la isla”, comentan unos. “A Daphne la obsesionaba la corrupción y ¡con cuánta razón!”, subrayan otros. “Tenía muchos enemigos. En el Gobierno, en la oposición, en la policía…”, cuenta un conocido de la reportera, que pide no ser identificado por motivos de seguridad. “Sabe, en Malta tenemos ciertos problemas a la hora de confiar en las instituciones”.
En la catedral de St. John ha aparecido un mensaje. “Tú, Matthew, Andrew, Paul y Peter [sus hijos y su marido] sois nuestros héroes”, se lee, en la nota dejada en memoria de esta periodista que saltó a la fama el año pasado por sus investigaciones sobre la endémica corrupción que azota Malta. Los expertos del Nederlands Forensisch Intituut (NFI), llamados por el Gobierno y que se encargarán de los peritajes forenses del coche bomba que se convirtió en su tumba, ya han llegado a la isla. A ellos se suman agentes del FBI estadounidense, también invitados por las autoridades maltesas, que ayudarán en la búsqueda de las motivaciones detrás de un asesinato que ya se presenta como una intriga internacional y ha removido como nunca los ánimos en Malta.
Los investigadores tienen abiertas varias líneas de investigación -hasta 42, según algunos- y no se descarta ninguna hipótesis. Se estudian las posibles raíces políticas en el asesinato. En los últimos años, Caruana Galizia había investigado sobre altos representantes del Gobierno laborista de Joseph Muscat, cuyos nombres reveló estaban en los Papeles de Panamá ligados a compañías 'offshore', un escándalo que provocó que se convocaran elecciones anticipadas.
Entre los investigados también está la oposición, “que Daphne puso en su punto de mira después de las elecciones, tras el nombramiento de su nuevo líder opositor maltés [el nacionalista conservador Adrian Delia]”, cuenta el allegado de Caruana Galizia. “Desde el principio no le gustó Delia y lo había vinculado a algunas operaciones opacas”, agrega, en referencia a una pesquisa de Caruana Galizia que vinculó a Delia con una compañía 'offshore' en la que presuntamente se reciclaba dinero procedente de redes de prostitución.
“Los Papeles de Panamá fueron solo una de tantas investigaciones. Fue acusada de atacar únicamente a los laboristas, pero no es cierto. Cuando vio conductas similares en la oposición, también lo denunció”, dice a El Confidencial Caroline Muscat, antigua periodista, premiada por la Comisión Europea, y portavoz de la oposición durante las elecciones. “En Malta se ha roto el orden democrático. En esta situación, un grupo de valientes e incansables periodistas han continuado sus investigaciones. Daphne era una de ellos”, añade.
No era la primera vez que Caruana Galizia sufría ataques. Cuentan sus conocidos que alguien intentó incendiar su casa (con su marido dentro). Por eso, durante un tiempo, había tenido escolta. Las últimas amenazas habían llegado hacía pocas semanas y Caruana las había denunciado en su blog.
La pista libio-italiana
Tampoco se descarta la pista del crimen organizado. Sobre todo después de que el miércoles, dos días después del asesinato, la Guardia de Finanzas de la localidad italiana de Catania (Sicilia) informara de seis órdenes de detención (cuatro ejecutadas) y tres de arrestos domiciliarios, en el marco de un operativo contra el tráfico internacional de gasóleo. Uno de los arrestados ha resultado ser el consejero delegado de una empresa con sede en Roma. Otro, un libio apodado “Malem”, a la vez jefe de una milicia y accionista de un empresa maltesa.
La operación, llamada Dirty Oil y todavía abierta -que involucra a un total de 50 personas entre traficantes malteses, milicias libias y mafiosos italianos- reveló millonarios robos de gasóleo proveniente de la refinería libia de Zawyia (a 40 kilómetros de Trípoli). Combustible que compraban clientes europeos, en particular de España y Francia, a precios inferiores a los del mercado. Un tema sobre el que Caruana Galizia también había investigado después de que la ONU informara sobre este comercio.
Otra hipótesis subraya que la periodista estaba investigando un oscuro caso de falsos heridos provenientes de Libia y que involucraría a clínicas europeas, según publicó el diario italiano 'Il Corriere della Sera'. Por otra parte, en las pesquisas de Caruana Galizia incluso había aparecido la multinacional Philip Morris, empresa sospechosa de haber pagado a un alto representante del Banco Central de Malta, a comienzos de 2010. ”Tenía tantos frentes abiertos que ha podido ser cualquiera”, asegura Fabio Giangolini, un experto en seguridad italiano afincado desde hace años en Malta.
Preocupación por las fuentes
“Lo cierto es que la gran incógnita es si la mataron por lo que ya había escrito o por lo que iba a publicar”, declara una persona que trabajaba con ella. Por ello, los editores de los principales diarios malteses acordaron pedir formalmente -a través del Institute of Maltese Journalists- que los investigadores protejan, no revelando sus identidades u otros datos sensibles, a las fuentes de los trabajos de investigación de Caruana Galizia.
La petición se realizó el jueves, en una protesta a la que participaron alrededor de doscientos reporteros malteses en La Valeta. En las pancartas en manos de los informadores, se leía 'Maa nibzghux' (No tenemos miedo) y 'Liberta’ tal-Espressjoni' (Libertad de expresión). “Nadie merece morir por ejercer el derecho a hablar”, dijo, durante el acto, Herman Grech, editor de 'The Times of Malta', leyendo una declaración común del gremio.
Muchos indicios los aportarán los ordenadores y teléfonos de Caruana Galizia, que también están siendo analizados. También se deberán examinar sus escritos, lo ya conocido, denuncias que involucran también a familias reinantes en países surgidos tras la disolución de la URSS, como Azerbaiyán, banqueros iraníes, personas que se han enriquecido con la crisis en Libia y bufetes de Reino Unido, como Henley & Partners, al que Carruana Galizia apuntó por sus presuntas actividades fraudulentas en Malta. Así lo escribió la periodista en su blog Running Commentary, una página que llegó a captar la atención de hasta 400.000 personas en un único día, casi el total de la población de la isla.
Una bomba extremadamente potente
También inquieta el ‘modus operandi’ del atentado contra la informadora, una bomba extremadamente potente que despedazó el Peugeot 108 alquilado en el que iba sola Caruana Galizia en Bidnija (norte de Malta). Un artefacto “de probable fabricación militar, hecho por profesionales y claramente colocado para matar”, dice Giangiolini.
La detonación, según contó un testigo al diario 'The Malta Independent', estuvo precedida de otra explosión, de menor intensidad. Y, de acuerdo con las primeras filtraciones de las autoridades maltesas, la bomba habría sido activada mediante un teléfono móvil (cuyos restos también los investigadores están buscando). Una modalidad ya utilizada en los cinco atetados con coches bombas que ocurrieron en los últimos dos años.
Cinco atentados y ningún culpable
En los últimos 15 años ha habido 30 coches bomba en Malta. Cinco de ellos (seis con el de Caruana Galizia) se han registrado desde comienzos de 2016. Tres víctimas murieron, la mayoría eran sujetos conocidos por la policía. Entre ellos destaca el caso de un empresario del sector de los transportes de Marsa cuyo automóvil explotó en septiembre de 2016 tras ser activado a través de un teléfono. No se encontró ningún culpable.
Entre los materiales explosivos que se cree pudieron haber sido utilizados en el asesinato de Caruana Galizia, figura el semtex. Se trata de un producto militar que no se puede encontrar en Malta y que tendría que haber llegado desde el extranjero. Sin embargo, este indicio no ha sido confirmado por la policía, al tiempo que otros observadores han considerado que podría tratarse de C4, que también es un explosivo plástico de uso bélico.
¿Es posible que la policía a la que Caruana Galizia criticaba ayude a esclarecer el crimen? La pregunta la han puesto sobre la mesa los familiares de la periodista. Además de pedir la dimisión del primer ministro Muscat, también han solicitado que la fiscal encargada del caso Consuelo, Scerri Herrera, sea sustituida.
La familia no cree que Scerri Herrera “puede conducir una pesquisa con la seriedad e imparcialidad que se requiere para que se descubra la verdad sobre el brutal asesinato”, señala una querella presentada ante los tribunales malteses y recogida por la prensa maltesa. Acusaciones similares también han sido expresadas sobre el comisario de la Policía, Lawrence Cutajar, y el fiscal general, Peter Grech. Stacey Spiteri, encargada de prensa de la policía, no quiso confirmar oficialmente en qué se están centrando los investigadores, aunque recordó que “Daphne Caruana Galizia era una persona conocida por sus críticas sobre un número de políticos y otros representantes de la sociedad mantesa (…) y que también había denunciado a personas del submundo [criminal]”.
En medio de este contexto la ONU también ha intervenido. Un grupo de expertos -en el que se encuentra la relatora especial respecto a ejecuciones extrajudiciales, Agnes Callamard- instó el Gobierno maltés a "honrar" sus compromisos y a llevar a cabo una investigación rápida e independiente sobre el asesinato de la periodista. “[Ha sido un] golpe al periodismo de investigación independiente”, declaró la ONU. “Malta está en estado de 'shock'”, insiste Caroline Muscat, la excompañera de oficio de Caruana. Giangiolini, el experto en seguridad, va aún más allá: “Quien quiera haya sido el autor de este brutal asesinado ha querido enviar un mensaje, y ese mensaje ha llegado”.
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