Roberto Centeno tiene una contundente respuesta al INE, quién publicó una nota de desmentidos sobre los supuestos errores sistemáticos y parece que intencionados en la Contabilidad Nacional. Por primera vez el INE se siente forzado a dar su opinión sobre el escándalo creciente en muchos de sus datos. En el artículo de Centeno hay una buena lista de ellos, lista que pone en duda la verdad sobre el PIB, el paro real y otras "menudencias" que llenan de sospechas las cifras publicadas por el INE sobre el verdadero estado de la economía española. Centeno estima que el PIB podría estar sobreestimado en un 26%, lo que nos pone a los pies de los caballos pues la deuda pública/PIB sería no del 94% oficial, sino del 120%.
La deuda total de la Contabilidad Nacional, o deuda en circulación, ronda un 127% de PIB (cuando 11.6 del BdE). Después de los afeites practicados (con la complicidad de Eurostat, como dice Centeno), la deuda se queda en 94% de PIB. Si tomamos en consideración la infravaloración del PIB, obtendríamos una deuda del 145%.
Pero es difícil de creer que la diferencia debida al ajuste sea ascendente y pase de un mero 4% de PIB (hacia 2007) a un 30% en el tercer trimestre de 2013. Una barbaridad en la que caben unos supuestos activos de las AAPP que se consolidan porque se deben mutuamente, y unos ajustes de valoración insuficientemente explicados. Si tan importantes son esos activos, ¿por qué no los venden y cancelan deuda? Porque no son tales activos o no valen el precio por el que están contabilizados. Algunos son deuda pública colocada en el activo de la Seguridad Social, por ejemplo (lo que de paso pone en entredicho la situación real de la SS). Otros no tienen liquidez para ser vendidos.
Hace como un mes publiqué el gráfico superior, que muestra la diferencia creciente entre la deuda oficial y la real, el déficit anual (necesidades financieras) declarado y el aumento de deuda anual no declarado. En el gráfico de arriba la deuda oficial afeitada (en rojo) y la deuda total no afeitada (en azul). Como ven, casualmente con el gobierno Rajoy se dispara el desfase.
Por eso no es extraño que el déficit oficial (segundo gráfico, en rojo) se aleje cada vez más de la variación anual de deuda. Como se ve en las cifras últimas, esa diferencia alcanza nada menos que el 20% del PIB (30-10), cifra que es sencillamente imposible.
Esta es parte de la nota oficial del INE en respuesta a Centeno. La verdad es que es muy pobre, pues sólo describe las normas que habría de seguir el INE pero no sigue. Dice que la caída de ingresos fiscales no debe tomarse como un indicador del PIB.
Así, a título de ejemplo cuando el autor sugiere que como en el periodo de crisis el PIB debiera haber caído en un orden de un 26% para que se mantuviera la relación entre ingresos del Estado y el PIB, se olvida que los ingresos del conjunto de las Administraciones Públicas (que es una estadística más exhaustiva) sólo se han reducido en un 11,8% (Si, pero a ese 11,8% hay que añadir la inflación, lo que supone una caída real de más del 21% ) , y se incurre en el error de considerar a los ingresos del Estado como indicador de PIB, cuando los mismos tienen un comportamiento retardado y procíclico que los invalida como tal indicador (7 años de crisis no es ya suficiente como para extraer conclusiones?).
Bueno, es posible. El problema, como ya demostré hace tiempo, es que desde el comienzo de la crisis el PIB ha perdido su correlación casi de 1:1 con el empleo, con los indicadores de actividad de sectores (ver Juan Carlos Barba) y por supuesto también con los ingresos fiscales. Esta nota no solo no explica, sino que además parece querer eludir el tema. Pero volverá el tema, porque es demasiado grueso el calibre de lo tratado. Al final el INE puede tener razón, pero de momento parece que no le interesa demostrarlo contundentemente.
Aquí tienen a modo de ejemplo un gráfico muy sencillo del PIB y del empleo indiciados en la misma base, donde se ve claramente la ruptura súbita del PIB respecto al empleo desde 2008. ¿No falta como mínimo una explicación al respecto por parte del INE?
En el siguiente gráfico puede comprobarse que mientras en el periodo 2000-2008 el PIB creció un 30% y el empleo otro 34% (con tasa anuales del 3,8% y el 4,3% respectivamente), entre 2008 y 2013 el PIB se contrae un 7% mientras el empleo lo hace en un 18% (un -1,2% anual y -2,9% respectivamente). La caída del empleo más pronunciada que la del PIB es el origen del aumento tan notable como falso de la productividad del empleo, que se confunde con un aumento de la eficiencia.
Finalmente, la relación funcional entre PIB empleo en los periodos 2001-08 y 2008-13