Desconfianza estadística creciente

1 post / 0 new
Imagen de fiarme
Desconfianza estadística creciente

INE

Una de las causas por las que un país puede caer en una crisis de legitimidad severa radica en el hecho de que sus indicadores  estadísticos sean puestos en entredicho por los expertos y/o los organismos internacionales. En España ya hemos vivido varios episodios de lo que se ha vendido a llamar apagón estadístico, que suele coincidir con fases del ciclo en las que, por un lado, se está cerca de un proceso electoral, y por otro, se trata convencer a los agentes menos informados y formados de que la realidad es distinta a la que perciben.

La desconfianza en las estadísticas de un país es un arma que puede desestabilizar cualquier economía

La historia económica reciente está llena de episodios que corroborarían estas prácticas y demostrarían que el grado de transparencia y calidad estadística en España deja mucho que desear. Más importante aún es el hecho que los diferentes gobiernos han intentado manipular estadísticas de cara a suavizar los ciclos económicos, particularmente en las fases bajistas. Todavía se recuerda la contabilidad creativa que ayudó de forma notable a cumplir los requisitos de Mastricht para entrar en el euro. En este sentido es un clásico retrasar la contabilización de gasto público, mezclar criterios de contabilización del mismo, caja o devengo y más recientemente el método de cómputo del PIB que suaviza de forma anormalmente elevada las variaciones del mismo, junto al desacople entre la Contabilidad Nacional y las series de variables coyunturales. Esta práctica se completa con cambios metodológicos que, siendo legales, distorsionan la realidad para modificar el subconsciente de muchos ciudadanos.

España ha utilizado trucos contables y estadísticos para cambiar la realidad económica, como ocurrió con los requisitos de Mastricht

Entre los ejemplos recientes, resalta la discrepancia que destapó la publicación de la nueva encuesta de viviendas, que ha sustituido al otrora censo de vivienda. Las cifras que  publicó el INE, en España hay 25,2 millones de viviendas, distribuidas de la siguiente manera: un 71%, principales; un 14,6%, secundarias, y un 13,7%, vacías. Habría por tanto 3,4 millones de viviendas en esta última categoría. Estas cifras no concuerdan con las que manejaban otras fuentes, incluso dentro del INE, que cuantificaban el stock de vivienda en unos 30 millones, de los que las vacías representaban el 20%, es decir, alrededor de seis millones. Esto quiere decir que algo ha pasado en los últimos meses. De hecho, el INE preveía publicar estas cifras a finales de 2012, pero, según diversas fuentes consultadas, la fuerte presión de los promotores y constructores habría influido para que no se presentase tan elevada cantidad de pisos vacíos, porque ello hubiera supuesto el desplome de precios.

El cambio de cifras puede haberse llevado a cabo, en parte, mediante el trasvase de una parte de las viviendas vacías a la categoría de secundarias. Y también habría influido el cambio metodológico en el cómputo del censo de viviendas y edificios, que ahora se realiza mediante encuesta y muestreo aleatorios en los que trabajan 5.000 agentes censales en toda España. Teniendo ya un aparato estadístico muy deficiente en materia de vivienda, este censo tan precario añade más sombras a la situación del mercado y sus  necesidades reales. Por tanto, se habrían retorcido los datos para suavizar los indicadores que, en este momento, están evidenciando la incapacidad política del Gobierno en el tema de la vivienda. Sin buenas estadísticas, y sin la transparencia e independencia del INE, no será posible realizar un buen diagnóstico ni, por tanto, tomar las decisiones adecuadas para enderezar el rumbo del grave problema de la vivienda.

El censo de viviendas arrojó unas cifras que escondían deliberadamente el número de viviendas vacías

El anuncio del Ministro Montoro del dato de déficit ha abierto otro frente que incorpora sombras sobre la realidad económica del país. Sabido es que en el último trimestre de 2013 se produjo un trasvase de gasto público a futuro, ya que el año fiscal en materia de gasto público se cerró el 25 de noviembre, noticia silenciada por el propio Ministerio y muchos medios de comunicación. Al mismo, tiempo, no se ha computado la carga de las ayudas a la banca. En conjunto, y sumando los 4600 mill€ de la banca y lo que faltaría por contabilizar del cuarto trimestre, el déficit real en 2013 superaría el 7%, frente al 6,2%.

El déficit público real supera claramente el 7%, frente al 6,2% publicado por el Gobierno

Pero lo que realmente ha soliviantado a mucha gente ha sido el tratamiento despectivo que ha dado el propio Ministro Montoro al informe de Cáritas sobre la pobreza. Esto se produce cuando existe una campaña realmente irresponsable por parte del Gobierno negando una realidad social realmente preocupante. Se empeña, igual que Zapatero lo hizo negando la magnitud de recesión, en hacer creer a la sociedad que estamos ya en una situación de salida de la  profunda crisis económica y social en la que estamos inmersos. Este informe, que está realizado con estadísticas oficiales provenientes del INE y la Contabilidad Nacional, ha sido despreciado por el propio ejecutivo tildándolo de meras estadísticas, frente a una supuesta realidad que no existe más que en el imaginario electoral del Partido Popular.

El desprecio por el Informe de Cáritas sobre pobreza esconde el miedo al espejo de la pobreza real

Las principales cifras del informe indican que el porcentaje de hogares sin ingresos ha crecido del 2% al 4% en el último trimestre de 2013 y que el número de hogares en esta situación haya pasado desde unos 300.000 a mediados de 2007 a casi 700.000 a finales de 2013.

El empeoramiento de la situación social en España se extiende a amplios sectores de la población. Actualmente, solo 1 de cada 3 personas en nuestro país se encuentra libre de los 35 problemas que se han identificado en el primer avance de resultados de la Encuesta realizada por Cáritas, lo que suponen 16,5 puntos menos que en 2007. Ese núcleo central de la sociedad española que llamamos integración plena es ya una estricta minoría, mientras que el espacio social de la exclusión social, en torno a un 16,3% de la población en 2007, se ha intensificado notablemente hasta alcanzar al 25,1% de los hogares en 2013. Un total de 11,7 millones de personas (3,8 millones de hogares) están afectadas en España por distintos procesos de exclusión social, lo que supone 4,4 millones de personas más que en 2007 (un incremento del 60,6%). Asimismo, 5 millones de personas se encuentran ya afectadas por situaciones de exclusión severa, un 82,6% más que en 2007.

En España el avance de la pobreza extrema debería ser erradicado por la acción pública

En resumen, la manipulación de los datos estadísticos forma parte de la estrategia de los gobiernos que tratan de modificar la realidad económica y social de un país en aras de beneficios electorales. En España los episodios recientes son notables, en estadísticas de vivienda, déficit público o el propio PIB, lo que resta credibilidad a la propaganda del propio ejecutivo. Pero cuando otros estamentos publican informes tan demoledores como el de Cáritas, es el propio Gobierno el que desacredita el trabajo de una organización como la ONG ligada a la Iglesia católica. Estamos ante una campaña en toda regla para silenciar todas las evidencias de que la realidad social y económica es mucho peor que lo que proyecta el Gobierno y sus aliados económicos, como Botín o Repsol.

Desconfianza estadística creciente