Habrá 7512 MIR (médicos) y 1.463 EIR (enfermería). Un MIR de primer año gana 1.000 euros mensuales, "una precariedad que lleva a muchos a emigrar"
A finales de julio el Ministerio de Sanidad y Consumo que dirige María Luisa Carcedo anunció lo que calificó de “oferta récord” para el año 2020 en el número de plazas de formación de atención médica especializada. En total, más de 9.000 plazas entre el MIR (médicos), con 7.512 plazas, un 10,5% más que en 2019, y el EIR (enfermería), con 1.463 plazas, un 34% más que este año. Además el Gobierno ha anunciado el cambio en los exámenes, que pasarán a tener una duración de cuatro horas en lugar de cinco, y se tendrán que contestar 175 preguntas en lugar de las 225 de años anteriores.
El Ministerio ‘vendió’ su oferta como una muestra de la “apuesta por la sanidad pública y su calidad”. En general, médicos, enfermeros y enfermeras, sindicatos, colegios profesionales, estudiantes e incluso la patronal de la medicina privada, hablan de “satisfacción” por el aumento de plazas, como no podía ser de otra forma, pero enseguida comienzan los reproches. “El número de plazas es insuficiente”, es el más común. “Absolutamente insuficiente”, sentencia el Sindicato Médico Andaluz o el sindicato de enfermería SATSE. Para otros, como Francisco Pareja, del Colegio de Enfermería de Castellón, las 1.463 plazas ofertadas para enfermería Son “demagogia barata”.
Los estudiantes valoran positivamente la reducción del examen, pero critican con dureza “la improvisación y que se hagan los cambios con tan poco tiempo de antelación cuando ya llevamos tiempo preparándonos para el mismo y se cambia a hora a mitad del partido”. Para Rosa Atienzar (de CCOO) el número de plazas ofertadas también es “insuficiente” y cifra en “10.000” y durante varios años “el número de plazas necesarias para poder cubrir las necesidades del sistema, solo en lo referente a las plazas MIR”.
Además, otro aspecto centra las críticas de los profesionales y estudiantes sobre las plazas MIR y EIR: la precariedad laboral de quienes superan las pruebas. El sueldo medio neto mensual de un MIR residente de primer año ronda los 1.000 euros y va desde los 938 que se paga en Navarra o los 977 en Andalucía, Cataluña, Castilla y León o Cantabria a los 1.231 de Galicia o los 1.805 de Ceuta y Melilla. Así, desde el CSIF se exige “ofertar buenos contratos a los jóvenes MIR para fidelizarlos y evitar la fuga de cerebros”. Otros, como Laura Martínez presidenta del Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM), que valora “positivamente” el aumento de plazas, considera que “debe de ir acompañado de mejores condiciones laborales y un aumento en los contratos, porque cuando estas personas acaben la residencia no podrán trabajar en el Sistema Nacional de Salud y tendrán que emigrar a otros países, como está sucediendo actualmente".
Mar Rocha, portavoz del Sindicato de Enfermería SATSE, considera que “se agradece el aumento de plazas”, pero “las mismas no colman, ni mucho menos, las necesidades de nuestro Sistema Nacional de Salud”. La portavoz de SATSE denuncia además que “hay 40.000 expedientes de enfermeras y enfermeros de la especialidad de Familiar y Comunitaria que están esperando a poder acceder a la plaza por la vía excepcional y esperan que el Ministerio fije el examen, pero el expediente continúa sin resolverse”. En términos parecidos, y sobre este mismo tema, el de los enfermeros y enfermeras que, en la especialidad de Enfermería familiar y Comunitaria, esperan para poder acceder a la especialidad, se expresa Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería de España: "Hay 40.000 enfermeras y enfermeros de toda España que llevan siete años esperando a que el Ministerio de Educación y el de Sanidad revisen su documentación y convoque una prueba de evaluación de la competencia que les permita optar a la especialidad. Esperamos, que tal y como han anunciado en repetidas ocasiones, el Gobierno resuelva este problema lo antes posible”.
Desde SATSE, también se incide en la “precariedad” de muchos de los contratos de las 180.000 enfermeras que trabajan en nuestro SNS. “De las 180.000 enfermeras y enfermeros de nuestro Sistema Nacional de Salud, un tercio tienen contratos precarios y eventuales. Se dan casos en los que un profesional firma al año 110 contratos. Muchas enfermeras viven pendientes del teléfono para que les llamen a trabajar y eso redunda en la calidad de vida de los profesionales y, lógicamente, en la calidad del servicio prestado y de nuestro Sistema nacional de Salud”.
Rafael Carrasco, presidente del Sindicato Médico Andaluz, habla de que “tiene que haber un MIR extraordinario o un aumento mucho mayor de las plazas para que se cubran las plazas que necesita el SNS. El aumento del 10,5% para este próximo años es insuficiente, no, es absolutamente insuficiente. En Andalucía, en concreto, se ofertan 1.478 plazas, un 9,4% más que el año pasado. En nuestra comunidad se quedan plazas sin cubrir y además se calcula, la propia administración autonómica lo hace, que en los próximos 4 años se jubilarán en Andalucía el 30% de los médicos de familia, con lo que harán falta todavía más plazas”. Carrasco también acusa a la administración pública de ofrecer “contratos y condiciones laborales precarias” a los médicos en el SNS, lo que “les obliga a emigrar a otros países o a irse a la medicina privada porque las condiciones laborales son mejores. Cada vez es menos atractivo para los médicos trabajar en la sanidad pública”.
El presidente del SMA además, lanza una feroz crítica contra el propio sistema MIR: “Somos la única profesión del mundo y somos el único país del mundo en el que después de estudiar seis años, que somos la carrera más larga de España, y de tener que sacar un 13 en selectividad para poder ir a la Universidad, el Estado no te reconoce el título. Uno termina la carrera y no puede ejercer en la sanidad pública después de seis años. Eso no sucede ni a un físico, ni a un químico… A ninguno, nada más que a nosotros. Tienes que presentarte a un MIR para poder ejercer. Es absurdo que el Estado se gaste millones de euros para formar médicos, que luego engrosen las listas del paro porque no tiene sitio para hacer el MIR y no se le reconoce el título. Es una situación incomprensible”.
Y la sanidad privada, que también recibe plazas del MIR 2020, en concreto 51 frente a las 46 de 2019 (Clínica Universidad de Navarra, 41 plazas; Centro de Oftalmología Barraquer, 5 plazas e Instituto Universitario Dexeus, otras 5), también pronuncia la mágica palabra: “insuficiente”. "Sanidad captó nuestro mensaje con el aumento de plazas, como así ha reflejado. No obstante”, explica en unas recientes declaraciones a Redacción Médica el Secretario general de la Alianza para la Sanidad Privada (ASPE), Carlos Rus, “a pesar de que las dos últimas ofertas de plazas MIR han supuesto una subida considerable de plazas, esta oferta todavía debería ir más allá hasta alcanzar las 10.000 plazas", 2.488 plazas más.
Y los estudiantes de medicina también protestan contra los cambios “sorpresivos” que ha introducido Sanidad en el próximo examen del MIR acortando el tiempo y el número de preguntas del mismo. Paula Moreno, una estudiante que incluso ha lanzado una recogida de firmas para que no se cambie el examen MIR, considera que “se ha propuesto cambiar el formato de examen de 225 preguntas a 175 preguntas y pedimos que esta proposición no se acepte, ya que esto haría un examen de acceso menos discriminativo y aumentaría el efecto techo, lo que haría que otros factores ajenos a la preparación del candidato tuvieran más peso. Pedimos que no se acepte tal proposición y se fomente que sea la capacidad del aspirante y su preparación la que determine en mayor medida su número de orden y su posición en la muestra. Para un aspirante que lleva meses o años preparándose lo importante es poder demostrar sus conocimientos en la mayor medida y con la mayor fiabilidad y validez posible”. Como vemos, el nuevo MIR no deja completamente satisfecho a casi nadie.
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