El Gobierno valenciano ha previsto para 2019 que 5.367 millones de euros -890.000 millones de pesetas- de los 22.096 del presupuesto vayan dedicados al servicio de la deuda. Es la segunda partida en presupuesto, solo superada por la Conselleria de Sanidad que contempla más de 7.000 millones para dar servicio a los cinco millones de valencianos, según los presupuestos aprobados el pasado día 21 de diciembre en el parlamento.
Estos 5.367 millones forman parte de los 46.018 millones de euros de la deuda total de la Comunidad Valenciana en octubre de este año, según los últimos datos publicados por el Banco de España. La valenciana es la segunda autonomía más endeudada de España solo superada por Catalunya, que supera los 70.000 millones, y su situación es insostenible. Según ha venido denunciando el actual Gobierno formado por PSPV y Compromís, este agujero se debe al despilfarro de los años del PP, pero también y en mayor medida a un sistema de financiación "injusto" que cada año ingresa 2.300 millones de euros respecto a la media. "Somos cinco millones y recibimos dinero como si fuéramos cuatro", ha denunciado una y otra vez desde el verano de 2015 el presidente Ximo Puig.
El gobierno de izquierdas valenciano se puso como objetivo las políticas sociales expansivas reduciendo el déficit como marcaba la UE. Así, desde 2015 la Generalitat ha pasado de incurrir en un déficit del 2,6 % a tener un desfase en las cuentas del 0,8 % en la actualidad.
Esto significa un aumento neto de la deuda de los 44.663 de 2016 -primer presupuesto de PSPV y Compromís apoyado por Podemos- a los 46.018 de la actualidad. Unos 1.400 millones en tres años. Según los presupuestos de 2019, la deuda neta prevista para este ejercicio será de 254 millones. Es decir, menos de 2.000 millones de euros en cuatro ejercicios de gobierno.
Con el mismo sistema de financiación, el último gobierno de Francisco Camps pasó de los 16.113 millones de deuda neta en 2009 a los 30.065 de 2012, ya con Alberto Fabra desde julio de 2011. Casi el doble. Entre 2012 y 2015 el agujero subió en otros 14.000 millones de euros, según datos del Banco de España.
¿Está pagando la Generalitat valenciana esta deuda?
Ni la Comunitat Valenciana ni ninguna otra que no tenga superávit en sus cuentas pueden, porque sin gastar menos que ingresar no se puede amortizar deuda.
Así, de los 5.367 millones de euros para "servicio de la deuda" se pagarán en 2019 465 millones en intereses. A la deuda real de 209 millones que prevé tener la Generalitat hay que sumarle otros 44,84 millones para refinanciar vencimientos de Ferrocarrils de la Generalitat (FGV) y varias universidades. Estos últimos forman parte de la deuda neta de 254,29 en la que incurrirá previsiblemente la autonomía el próximo ejercicio. Estas dos partidas son el dinero "real" al que hará frente la Generalitat en esta partida.
Los presupuestos de 2019 contemplan en el capítulo IX -amortización de deuda- 5.278,87 millones de euros, de los que 4.463,93 millones son vencimientos de los mecanismos del Estado como el Fondo de Liquidez Autonómica. El resto de deuda son refinanciaciones que realiza también el Estado.
Esto significa que la deuda que ya se debe al Estado se refinancia por el propio Estado. Como ha venido pasando en los últimos años desde que la Comunidad Valenciana dejara de tener superávit y de poder salir a los mercados a financiarse.
En su conjunto, de los más de 46.000 millones de euros que debe la Comunidad Valenciana, más de 35.000 millones los debe devolver al Estado. Y ahí es donde está la clave para los gobernantes valencianos, que quieren que el Gobierno central perdone parte de esta deuda a la Comunidad Valenciana. Al menos, la que a déficit de financiación se refiere. "Es por justicia", dicen desde la Generalitat. Sobre el papel, un agujero impagable.