La subida de las bases de cotización y la creación de empleo no son suficientes para contrarrestar la subida de las prestaciones y los ‘viernes sociales’ del Gobierno
Si hay un punto en el que están de acuerdo los cuatro grandes partidos que se presentan a las elecciones, es que hay que subir las pensiones con el IPC. Ninguno se atreve a salirse del guion por miedo a las represalias de los jubilados, pero tampoco se atreven a explicar a quién exigirán el esfuerzo de pagarlas. La realidad es que el déficit de la Seguridad Social volverá a aumentar en 2019.
Así lo reconoce el Gobierno en su notificación de déficit a la Comisión Europea. En concreto, el Ejecutivo estima que el déficit de los Fondos de la Seguridad Social cerrará el año con un déficit de 17.558 millones de euros, esto es, 500 millones más que en 2018. El ‘roto’ de las pensiones volverá a aumentar sin que los gobiernos hagan nada para corregirlo.
Los ministros de Pedro Sánchez llevan meses prometiendo que todas las medidas de incremento de gasto aprobadas en los ‘viernes sociales’ están financiadas gracias a la subida de las cotizaciones aprobada en diciembre. Sin embargo, Bruselas no acepta manipulaciones con los datos y ahí el Gobierno sí reconoce que el déficit de la Seguridad Social volverá a aumentar en 2019. El ciclo económico y la subida de cuotas son insuficientes para financiar todo el incremento del gasto.
El tamaño del agujero de la Seguridad Social es tan abultado que en 2019 supondrá el 70% de todo el déficit público. En concreto, el Gobierno estima que el déficit del conjunto de las administraciones se reducirá hasta 25.479 millones de euros este ejercicio, de los cuales 17.558 millones corresponden a la Seguridad Social.
España tiene todo a su favor para reducir el déficit de la Seguridad Social, pero también desperdiciará la coyuntura favorable este año. Y será difícil repetir unas condiciones tan propicias. El país está creando casi medio millón de empleos al año y la masa salarial está creciendo por encima del PIB nominal por primera vez en la crisis. Estos dos factores ensanchan enormemente las bases de cotización, empujando los ingresos del sistema.
Pero, además de los ingresos cíclicos, el Gobierno aprobó en diciembre una serie de medidas para subir las bases de cotización de los trabajadores asalariados y las cuotas de los autónomos con el objetivo de mejorar la recaudación de la Seguridad Social. La AIReF estima el impacto de esta subida de cotizaciones en 2.300 millones de euros.
En total, la suma de la buena marcha del empleo y la subida de las cotizaciones aportará nada menos que 8.000 millones de euros extra a la Seguridad Social. Pero ni siquiera con eso se reducirá el déficit. Al contrario, aumentará en otros 500 millones como consecuencia de la inercia del gasto en pensiones y las medidas de los ‘viernes sociales’ del Gobierno.
Los ‘viernes sociales’ comenzaron ya en 2018, cuando el Gobierno aprobó la revalorización de la pensiones que dejó firmada el anterior Ejecutivo, el de Mariano Rajoy. La subida general fue del 1,6%, a lo que hay que añadir el 3% para las mínimas y las no contributivas y el 7% para las de viudedad. En total, la subida de las pensiones elevará el gasto en algo más de 2.100 millones de euros, de modo que ya se comía todo el efecto de la subida de cotizaciones.
Además de la revalorización, las pensiones suben todos los años en más de 3.000 millones como consecuencia del aumento en el número de pensionistas y del efecto sustitución (las altas tienen un coste superior al de las pensiones que causan baja). Además, este año hay que financiar otros 263 millones de la desviación del IPC en 2018. En total, todas estas medidas ya agotaban todo el efecto producido por las subidas de las cotizaciones y el ciclo económico. Pero el Gobierno todavía veía margen para aumentar más el gasto pasando la factura a la Seguridad Social y puso en marcha los ‘viernes sociales’.
En total, las medidas aprobadas por real decreto y por decreto-ley tendrán un impacto de unos 920 millones de euros, según la estimación de la Autoridad Fiscal, de modo que hace imposible que la Seguridad Social pueda reducir su déficit este año. Por ejemplo, la Seguridad Social asumirá el coste del aumento de los permisos de paternidad, la cotización de los cuidadores no profesionales o el subsidio de desempleo para mayores de 52 años. El sistema seguirá acumulando deuda y en 2019 ya superará los 55.000 millones de euros.
El agujero de las pensiones empeora y ya supone el 70% del déficit público