El DAX 30 ya ha recuperado los niveles anteriores a la covid-19. Sin embargo, la Bolsa española mantiene la tendencia en 'L'.
Las Bolsas son indicadores adelantados de las economías. En el devenir de éstas se puede ver el apetito inversor del mercado ante las principales compañías e industrias de los países. Por eso es tan importante tener en cuenta cómo se han recuperado los valores que cotizan en las diferentes plazas y comparar la evolución de éstos.
Si se comparan los españoles con los alemanes, queda en evidencia que nuestro país no ha conseguido la suficiente confianza de los inversores. Mientras el DAX 30, el principal indicador de la Bolsa alemana, ya ha conseguido una recuperación en 'V', el Ibex 35, principal indicador de la Bolsa española, se mantiene hundido, con la temida tendencia en 'L'.
¿Por qué ha sucedido esto? Pues aparte de la evidente diferencia de apetito inversor que puede suscitar la economía germana frente a la española, también hay que tener en cuenta cómo están compuestos ambos índices.
En España, para bien o para mal, el Ibex 35 está muy bancarizado. Las entidades financieras se llevan gran parte del peso del selectivo y hay muy poca industria dentro del mismo. Priman los sectores servicios.
En cambio, en la Bolsa de Fráncfort cotizan grandes compañías mundiales como Adidas, BMW, Daimler (Mercedes) o Volkswagen. Y no sólo eso, en el DAX 30 alemán se encuentran muchas potencias industriales como Siemens, Linde o MTU. En los últimos años han desaparecido del selectivo algunos nombres importantes como ThyssenKrupp, Commerzbank, Metro, Man o Deutsche Post.
El Ibex 35 ha perdido en el último año algo más de un 23% de su valor total. En cambio, el DAX 30 ha conseguido subir en torno a un 2%. Sin duda, se trata de una gran diferencia que muestra como los inversores tienen más confianza en la economía alemana que en la española.
Economía real
No obstante, hay que tener en cuenta que los indicadores macroeconómicos de Alemania ponen en evidencia que la economía del país también ha sufrido y le está costando recuperar los niveles anteriores.
En la mayoría de indicadores se percibe una cierta ralentización en los últimos meses con respecto a mayo y junio. El Gobierno alemán ya ha señalado que no espera que se recuperen los niveles previos a la crisis hasta finales del año que viene. "Lo que estamos viendo es una recuperación en forma de 'V', pero es una 'V' asimétrica. La caída fue muy pronunciada y la recuperación está siendo más pausada", explica el director del departamento de Empresas, Salarios y Tráfico de la Oficina Federal de Estadística (Destatis), Peter Schmidt, tal y como recoge la agencia Efe.
La producción industrial es ejemplo de esa "V" asimétrica. Se incrementó en julio un 1,2% frente al mes anterior, cuando había avanzado un 7,4 y un 8,9% en mayo y junio, respectivamente. En comparación, en marzo había cedido un 8,5% y en abril, un 17,9%. En la actualidad se encuentra aún un 10,8% por debajo del nivel de febrero.
Los pedidos industriales, que vienen mejorando mensualmente desde abril, seguían en julio un 8,2% por debajo de febrero. El índice de confianza del Instituto Ifo, que en agosto logró su cuarta subida consecutiva, está 3,2 puntos por debajo del valor de febrero.
Similar es la gráfica de las exportaciones, elemento clave de la economía alemana. En julio se encontraban aún un 12,1% por debajo del nivel de febrero, pese a los incrementos registrados desde abril.
Empleo y consumo
La situación del empleo es diferente, en gran medida por el "Kurzarbeit", el sistema de jornada reducida para situaciones extraordinarias en el que el Estado asume hasta el 77% del sueldo que deja de percibir el empleado de forma temporal a cambio de que no se elimine el puesto de trabajo.
No obstante, la pandemia ha pasado también factura al mercado laboral. La población empleada -en la que se incluye a los varios millones de personas en "Kurzarbeit"- ha caído un 1,3% entre febrero y julio.
La tasa del desempleo ha pasado del 5,3% en enero hasta el 6,4% este agosto. El número de personas sin trabajo ha repuntado en este período en 535.000, hasta los 2.955.000 parados. El 18% de los actuales desempleados ha sido expulsado del mercado laboral en los últimos siete meses.