La banca europea cae en bolsa a mínimos de 29 años

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La banca europea cae en bolsa a mínimos de 29 años

Las entidades financieras pierden el 45% del valor en el 2020.

La banca no gana para disgustos. Con los tipos de interés–su materia prima– en terreno negativo y el ahorro en máximos por la detracción del consumo y la inversión, las entidades financieras están siendo muy golpeadas en bolsa por la fuerza de los rebrotes del coronavirus. Ayer, el Eurostoxx Banks, el índice que agrupa los principales bancos europeos, cayó un 1,8% y llegó a situarse en sus niveles mínimos desde 1991.

En la semana, con la creciente preocupación por la situación de la Covid-19 en España, el Reino Unido, Francia y otros países, el retroceso alcanza el 8% y eleva el descalabro del 2020 al 45%. En España, los principales bancos del país cotizan en mínimos de 25 o 30 años y son los principales causantes del desplome del Ibex de un 30% en lo que va de año.

El jefe de supervisión del BCE dice que las pérdidas en morosos pueden llegar a 1,4 billones

Esta fortísima corrección se ve alimentada por el temor sobre la capacidad de la banca –cuyos niveles de capital son altísimos– de gestionar la que se avecina. Ayer, el presidente del consejo de supervisión del Banco Central Europeo, Andrea Enria, puso sobre la mesa una cifra estratosférica de posibles créditos dudosos no aflorados todavía, y que pueden aparecer en los balances si la situación empeora: 1,4 billones de euros.

Así lo dijo en una entrevista con el canal de televisión irlandés RTE. “Los bancos deberían evitar la acumulación de préstamos dudosos no reconocidos y, con el tiempo, distinguir entre clientes buenos y clientes malos que no es probable que paguen”. La advertencia vino seguida de una recomendación que en boca de alguien con sus responsabilidades parece más una orden: “Necesitamos prepararnos y eso es lo que instamos a los bancos a hacer”, dijo Enria. En román paladino, el supervisor de los bancos en el BCE exige afinar con las provisiones para reconocer las pérdidas reales en la cartera crediticia. Algo que no es sencillo ahora porque la visibilidad sobre la situación económica a medio plazo es todavía muy escasa y nadie sabe a ciencia cierta el impacto final de la crisis.

Lo que sí está claro es que el mercado, por ahora, anticipa muchas dificultades en el esfuerzo de la banca por ser mínimamente rentable. Y ese es el motivo por el que el BCE insiste en alentar los procesos de concentración del sector. Tras el anuncio de la absorción de Bankia por parte de CaixaBank, algunas entidades subieron en bolsa ante la perspectiva de una ola de fusiones. Pero, después, todo ha vuelto a la negra realidad y ni la promesa de más dividendos futuros ha conseguido animar al mercado, que no se lo acaba de creer.

La Venguardia