El Banco Central Europeo (BCE) ha destinado 61.030 millones de euros a la compra de deuda española en los seis primeros meses de vida de su programa de compras de emergencia contra la pandemia (PEPP). En concreto, en los dos últimos meses las compras sumaron 14.918 millones de euros, un 37% por debajo del importe invertido entre junio y julio y un 33% menos que entre finales de marzo y mayo.
Hasta el pasado 30 de septiembre, el BCE había invertido en la adquisición de activos un total de 565.641 millones de euros de los 1,35 billones del total del programa PEPP- la cifra neta fue de 511.650 millones de euros-, de los que 33.811 millones se destinaron a comprar deuda emitida por entidades supranacionales de la eurozona.
De este modo, la cantidad de deuda española adquirida por el BCE a través del PEPP desde el lanzamiento del programa representa el 12,8% de los 477.839 millones invertidos por el banco central en deuda soberana de los países de la zona euro, un porcentaje ligeramente superior al de la clave de capital del 11,9% de España en el BCE.
En los meses de agosto y septiembre, la deuda española adquirida representó una proporción del 12,3% respecto de los 121.000 millones de euros invertidos por el banco central, descontando la compra de deuda supranacional.
Países de la eurozona
Entre el resto de países de la eurozona, el BCE ha comprado desde finales de marzo 125.048 millones de euros en bonos alemanes, el 26,2% del monto dirigido a la compra deuda pública, en línea con el peso de Alemania en el BCE mientras que el segundo país con mayor volumen de deuda adquirida por el BCE en términos absolutos fue Italia, con 95.243 millones.
En este sentido, entre las principales economías de la zona euro Francia fue el país que ha visto en estos meses más distorsionadas las compras del BCE respecto de su clave de capital, ya que el volumen de deuda pública adquirida ha sido de 84.237 millones, el 17,6%, cuando el peso del país galo es del 20,4%.
Por otro lado, el nuevo programa PEPP del BCE incluye como novedad la deuda de Grecia. Desde el pasado mes de marzo, la institución acumula un total de 12.966 millones de euros, con la adquisición de 3.020 millones entre agosto y septiembre.
Al margen de la compra de activos del sector público, el BCE ha acumulado desde el lanzamiento de este programa compras de pagarés por importe de 31.988 millones, así como 20.418 millones en bonos corporativos y un total de 3.123 millones en cédulas.
El BCE ya tiene uno de cuatro euros de la deuda pública española
El salvavidas que ha lanzado el Banco Central Europeo (BCE) al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en forma de compra masiva de deuda pública, ya alcanza cifras históricas. El supervisor europeo, que este viernes ha asegurado en palabras de su vicepresidente, el español Luis de Guindos, que todavía tiene munición si fuera necesario para afrontar la crisis del coronavirus, ya atesora uno de cuatro euros de deuda española, según los datos de julio -últimos publicados por el Tesoro-.
A cierre de julio, la deuda en manos del BCE, a través del Banco de España, es de 265.453 millones de euros, un 24,5% del total de la deuda viva del país. Nunca había alcanzado estos niveles, aunque el aumento del peso del BCE entre los tenedores de bonos y letras del Tesoro nacionales se produce desde 2016, con Mariano Rajoy en el Gobierno.
A partir de 2018 el BCE iba perdiendo peso paulatinamente entre los inversores de los productos de deuda soberana, tendencia que llegó hasta febrero de 2020, en el mes previo al inicio de la crisis del coronavirus y las restricciones a la movilidad y el cierre de los negocios.
A partir de ese momento, los nuevos programas de compra masiva de deuda del BCE han ido ‘salvando’ las sucesivas subastas del Tesoro puestas en marcha por el Ejecutivo, que recientemente ha reducido en 15.000 millones sus planes de emisión de deuda para este 2020 tras la aprobación del rescate europeo -fondos SURE y Plan de Reconstrucción-.
Desde febrero, la deuda en manos del BCE ha aumentado en 43.000 millones de euros, desde los 212.000 a los 265.000 millones, mientras que la deuda en circulación total del país ha aumentado desde febrero hasta julio en 89.000 millones.
Los inversores extranjeros no confían
El BCE, y los bancos españoles, han salido al rescate de Sánchez, que ha necesitado ampliar las emisiones de deuda para hacer frente al pago de las prestaciones y ayudas a parados y empresas como consecuencia de los efectos en la economía de la crisis sanitaria. Sin embargo, los inversores extranjeros han reducido su exposición a la deuda española desde febrero.
Según los datos del Tesoro, a cierre de febrero un total de 500.444 millones de euros estaban en manos de inversores internacionales, que tenían el 50,3% del total de la deuda. A cierre de julio, esa cifra es de 499.300 millones, ligeramente por debajo, lo que representa un 46,1% del total. Por lo tanto, los extranjeros han reducido riesgos y se han alejado de los bonos y las letras del Tesoro españolas.
Alejados del riesgo los internacionales, además del BCE han sido los bancos españoles los que han acudido a comprar deuda española, con el apoyo también del BCE. La banca española tiene el 16% del total de la deuda, desde el 13% que representaban en febrero.
Interés
La ayuda vital del BCE ha servido además para bajar el tipo de interés que paga el Estado español a los inversores por las letras, bonos y obligaciones, según sea a corto o a más largo plazo. El tipo de interés medio pagado en septiembre se ha situado en el 1,941%, el más bajo de los últimos años, y es negativo incluso en el caso de las letras del Tesoro.
Todo esto ha servido para que España pueda captar fondos sin grandes dificultades y que incluso haya renunciado a pedir los fondos europeos para pagar los gastos sanitarios.